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Fachadas Ventiladas: Funcionamiento y Principios

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Las fachadas ventiladas o trasventiladas son una de las grandes innovaciones arquitectónicas para aquellos que buscan el máximo aislamiento y, por lo tanto, el mayor ahorro posible a nivel energético. No solo destacan por su eficiencia energética, o por mejorar la calidad de vida de las personas al reducir los niveles de ruido, sino también por su diseño. Si no sabías exactamente en qué consistían estas fachadas, sigue leyendo porque te lo vamos a contar todo.

Qué es una fachada ventilada

Comenzamos por el principio: ¿qué es exactamente una fachada ventilada o trasventilada, y en qué se diferencia del resto de fachadas? Realmente, estamos hablando de un sistema de construcción de revestimiento de edificios cuyo objetivo es alcanzar el máximo aislamiento térmico. Para conseguir esto, consta de diferentes elementos o capas:

  • Revestimiento exterior. En este caso, es como en todas las fachadas, puesto que puede variar tanto a nivel estético como de material.
  • Una capa de aislamiento térmico. A diferencia de las fachadas convencionales, las ventiladas traen consigo una cámara de aire entre el revestimiento exterior y la propia estructura del edificio, que es la que garantiza realmente ese aislamiento.
  • La pared exterior del edificio.

De esta manera, lo que se consigue es aislar de forma térmica todas las viviendas del interior y conseguir que la temperatura sea mucho más estable. No deja pasar el frío, ni el calor, ¡ni siquiera el ruido! Y es por eso por lo que se ha señalado como un añadido al confort de los inquilinos, puesto que ese elimina ese molesto ruido del exterior tan propio de las ciudades. Es cierto que este tipo de fachadas no suelen tener terrazas, puesto que se busca el cerramiento total, pero merece la pena a cambio del ahorro energético que ofrece.

Funcionamiento

Pasemos a lo importante, que es cómo funcionan este tipo de fachadas. Como podrás imaginar, teniendo en cuenta las partes que la componen, lo que se busca es crear una cámara de aire entre el revestimiento exterior y el edificio en sí. Y es esta cámara la que se comporta como si de una barrera térmica se tratara, permitiendo disminuir la transferencia de calor en verano y minimizando también la pérdida de este en invierno.

edificio con fachada ventilada

El aire que circula a través de esa cámara de aire proporciona, además, una ventilación natural añadida. No solo mantiene la temperatura, sino que también previene la condensación y la acumulación de la humedad. Esto es algo que no notarás solo a nivel de confort, sino también en el propio mantenimiento del edificio. Al evitar las humedades, los materiales se mantendrán en mejor estado y habrá una mayor durabilidad.

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Ventajas y beneficios

Son muchas las ventajas que ofrecen este tipo de fachadas, pese a que el proyecto en sí sea más caro. Es especialmente complejo cuando se busca rehabilitar o reestructurar un edificio, de ahí que sean los de obra nueva los que realmente los están incorporando. Es una inversión que merece la pena, si tenemos en cuenta todo lo que ofrece a cambio.

En primer lugar, hablamos de una gran eficiencia energética, puesto que esta cámara de aire actúa directamente como aislante térmico. De esta manera, lo que consigue es que no tengas que usar tanto calefacción o aire acondicionado, puesto que la temperatura será mucho más confortable. Y se consigue un mayor ahorro energético a largo plazo.

Pero, además, también nos ayuda a encontrarnos mucho más cómodos en nuestra propia vivienda, al mantener una temperatura estable y ofrecer un buen aislamiento acústico.

Por si esto no fuera suficiente, ayuda a mejorar el mantenimiento de los edificios a largo plazo, debido a esa prevención de la humedad. La estructura del edificio podría llegar a dañarse si se acumula humedad, y es algo que nos evitamos con una fachada como esta.

Y, aunque es cierto que depende mucho del gusto de cada uno, es innegable que estas fachadas ventiladas tienen un diseño increíble. Tanto es así que este tipo de edificios llama la atención por su elegancia, por tener un estilo mucho más moderno que el resto. ¡Y se puede personalizar! Así que también aporta variedad y versatilidad.

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Impacto Ecológico y Sostenibilidad

Las fachadas ventiladas no solo ofrecen beneficios estéticos y funcionales, sino que también juegan un papel crucial en la construcción sostenible. Su diseño innovador contribuye significativamente a la reducción del impacto ambiental de los edificios, tanto en la fase de construcción como durante su ciclo de vida.

  • Eficiencia Energética Mejorada: Uno de los beneficios más destacados de las fachadas ventiladas es su capacidad para mejorar la eficiencia energética de los edificios. Al crear una cámara de aire entre la capa exterior y el muro, estas fachadas facilitan un aislamiento térmico óptimo, reduciendo la necesidad de calefacción en invierno y de aire acondicionado en verano. Esta característica es esencial para lograr edificios de energía casi nula, un objetivo creciente en la arquitectura contemporánea.
  • Uso de Materiales Sostenibles: Muchas fachadas ventiladas se construyen con materiales reciclables y de bajo impacto ambiental. El uso de recursos naturales como la madera, junto con materiales reciclados o reciclables, promueve la sostenibilidad en la construcción.
  • Mejora de la Calidad del Aire y Reducción del Efecto Isla de Calor: Las fachadas ventiladas contribuyen a mejorar la calidad del aire en las zonas urbanas y a reducir el efecto isla de calor, un problema común en las ciudades. La circulación de aire en la cámara ventilada no solo beneficia el edificio en sí, sino también el entorno urbano circundante.

¿Qué es más caro SATE o fachada ventilada?

Una de las grandes dudas que suele surgir cuando se habla de fachada ventilada es si su costo es similar o superior a SATE, es decir, los sistemas de Aislamiento Térmico por el Exterior. En el caso de este último, es necesario colocar aislamiento en la parte externa de las paredes y, a continuación, un revestimiento añadido. Esto hace que la instalación inicial sea más barato que el de las fachadas ventiladas, por ejemplo. Pero hay una diferencia clave entre los dos, y es la durabilidad. Hasta ahora, las fachadas ventiladas son las que han ofrecido más beneficios a largo plazo, haciendo que esa inversión inicial sea totalmente justificable.

Es decir, que si bien es cierto que una fachada ventilada es más cara, es más rentable a largo plazo. Mas la decisión final dependerá del proyecto concreto, así como del presupuesto y de las necesidades de ese caso en particular.

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