¿Has escuchado hablar en alguna ocasión del conocido como Presupuesto de Ejecución de Material? En el ámbito de la construcción, es un concepto crucial porque nos permite conseguir una gestión mucho más eficiente de los recursos financieros que vayamos a dedicar a cualquier proyecto. Hoy vamos a hablar de esta herramienta, de su importancia y de cómo podemos calcularla. Y, además, de qué es lo que lo diferencia del conocido como PEC (Presupuesto de Ejecución por Contrata). ¡Sigue leyendo!
Qué es el PEM
Cuando hablamos del Presupuesto de Ejecución Material, estamos hablando de una estimación detallada de todos los costos que derivarán de la construcción de un proyecto, así como de la ejecución de este. Es decir, una medición de lo que consideramos que gastaremos tanto para adquirir los materiales de la obra como todo lo relacionado con la mano de obra.
Es crucial pautar bien el PEM antes de lanzarnos a la aventura de preparar cualquier proyecto, puesto que nos señalará exactamente cuáles son los gastos que tendremos. De este modo, no tendremos sorpresas desagradables cuando el proyecto ya esté avanzado.
A modo de añadido, debes saber que los costes se dividen en capítulos, organizándolos, dependiendo de los oficios a los que se destinen. Por ejemplo, si en una obra tenemos albañiles, fontaneros y electricistas, los gastos de cada uno de estos sectores irá por separado. Tras esto, se hará una suma total en la que sí que aparecerán todos por completo, y será esto lo que denominemos el PEM.
Para qué sirve
Como podrás imaginar, teniendo en cuenta lo que es el PEM, su función es la de hacer de guía financiera a lo largo de todas las etapas del proyecto. Nos permite visualizar de forma clara todos los costos que vamos a tener, especialmente los involucrados en la ejecución del proyecto de forma directa. Esto hará que podamos disfrutar de una mejor planificación, y de un control financiero completo.
A esto hay que añadirle que el PEM es una herramienta invaluable en lo que a la toma de decisiones se refiere. Permite que aquellos que estén encargados de tomar las decisiones, y de asignar los recursos de forma eficiente, puedan hacerlo y tenerlo todo bajo control. No solo eso, sino que también se podrán identificar con claridad las posibles desviaciones de presupuesto que se puedan dar. Eso hará que se solventen antes todos los problemas relacionados con esto.
Cómo se calcula el PEM
Para poder calcular el PEM, es crucial saber qué es lo que se debe integrar dentro de este. Grosso modo, podemos hablar de todos los gastos derivados de la ejecución del proyecto, pero sin tener en cuenta:
- El coste de la licencia.
- El IVA.
- El beneficio que posteriormente quiera tener el constructor.
- Los honorarios técnicos.
Es únicamente el coste de los materiales y de la mano de obra que realmente son necesarios para que podamos llevar el proyecto a cabo. Además, todos los costes deben calcularse teniendo en cuenta la medición por el precio unitario de todos los costes de la obra. Como hemos señalado, se tienen siempre en cuenta los distintos oficios como si de capítulos se trataran. De este modo, así se puede comprobar y monitorizar rápidamente cuáles han sido los gastos reales, y a qué pertenecen cada uno de ellos.
Diferencia entre PEM y PEC
En ocasiones, se puede llegar a confundir el PEM con el conocido como PEC, o Presupuesto Estimado de Contrata. No obstante, este último es el presupuesto final de ese proyecto. Es decir, lo que realmente va a cobrar la empresa constructora, mientras que el PEM solo tiene en cuenta los gastos derivados de la obra.
En el caso del PEC, se añaden también los gastos indirectos del constructor, el beneficio que tendrá el promotor, el IVA o cualquier otro tipo de licencia que haya sido necesaria. De este modo, el valor se incremente bastante con respecto al primero, puesto que incluye tanto los costes directos como los indirectos, además de los beneficios de los contratistas.
El PEM tiene un papel crucial, como ya habrás podido comprobar, en la gestión efectiva de cualquier proyecto de construcción. Porque al permitirnos tener una estimación de todos los costos que vamos a tener, podremos discernirlos y acotarnos a ellos. Sin duda, es una herramienta indispensable que nos garantizará el éxito y la rentabilidad de todos los proyectos venideros.
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