Si te dedicas al sector de la construcción, hay un término que sin duda conoces: el mortero tixotrópico. ¿No te suena? Puede que no, pero seguramente has visto alguna de sus distintas aplicaciones. Como, por ejemplo, esas increíbles piedras que rodean los parques temáticos y te hacen sentir dentro de una película del oeste. ¡O hoteles con cascadas que parecen casi imposibles! Pues bien, todo esto se lo debemos al mortero tixotrópico. Sigue leyendo, porque te vamos a contar exactamente qué es.
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Qué es un mortero tixotrópico
Comencemos por lo básico: mortero es un material concreto que nace de la mezcla de cemento, arena y agua. Cuando hablamos de mortero tixotrópico, hablamos de un tipo especial de mortero que se utiliza en la construcción por tener la propiedad de fluir. Y es que, si lo trabajas con una fuerza concreta, su viscosidad varía. Para comprender esto, es importante saber la diferencia entre un fluido newtoniano y uno no newtoniano.
El primero, el fluido newtoniano, tiene una viscosidad concreta que no cambia. Pero el segundo no es así: su viscosidad puede cambiar, ya sea con un cambio de temperatura o con un cambio de la tensión que se le aplica. Y el mortero tixotrópico funciona como estos últimos, puesto que cuando se somete a una fuerza concreta, su viscosidad cambia; cuando dejas de someterla, esta vuelva a ser fija, espesa, y no fluye.
De esta manera, es fácil de trabajar y, a la par, se mantiene adherido y fijo cuando ya no se está golpeando. ¡Y ya podemos entrever cuáles son sus ventajas en el mundo de la construcción!
Composición y características del mortero tixotrópico
La composición de este mortero puede variar ligeramente, dependiendo tanto del fabricante en sí como de cuál va a ser su aplicación. No obstante, suele estar formado por una base de cemento, otra parte de mortero de cal área y árida calcárea. A estos ingredientes, que se consideran fundamentales, se le añaden otros como aditivos tixotropantes, pigmentos o retenedores de agua. Además, contiene también fibra de refuerzo; es decir, que cuando se trabaja con agua, es capaz de formar un hidróxido de calcio muy resistente y que no pierde su tamaño. Gracias a eso, se usa para reparar o restaurar superficies de hormigón que se puedan haber dañado.
Sus características son las que lo hacen un acierto total a la hora de realizar según qué tipo de trabajos:
- En primer lugar, es capaz de fluir ante la fuerza que se le aplique. Pero, cuando esta deja de aplicarse, recupera rápidamente el espesor que tenía anteriormente. Y esto se debe a que tiene una alta tixotropía.
- Es muy fácil trabajar con él, así como mezclarlo, aplicarlo y darle forma. Y es precisamente por eso por lo que se suele usar en pavimentos, por ejemplo.
- Gracias a su viscosidad y a la buena cohesión que tiene, es capaz de adherirse con facilidad a una gran cantidad de materiales de construcción, desde ladrillos hasta bloques de hormigón.
- Ofrece un fácil proyectado, así como un tiempo muy amplio de manipulación.
- Más allá de esto, es importante reseñar que es tanto impermeable como transpirable, así que ofrece una buena protección frente a las inclemencias meteorológicas.
- Por último, tiene lo que se conoce como estabilidad dimensional. Una vez se ha endurecido, mantiene tanto su forma como su volumen sin contraerse ni expandirse de forma significativa.
Ventajas y beneficios del uso de mortero tixotrópico en la construcción
Son muchas las ventajas que plantea el uso de este mortero tixotrópico. Hay que comenzar hablando de un incremento de la productividad, puesto que tiene una alta trabajabilidad y permite que la aplicación sea extremadamente sencilla. ¡Mucho más que con otros morteros convencionales! Hilado a esto, hemos de hablar de un ahorro significativo del tiempo de construcción, así como de la mano de obra. No hay retrasos por tener que esperar, ni por tener que realizar correcciones. Su aplicación es muy sencilla, y la adhesión que garantiza hace que las labores sean mucho más ligeras.
Además, no podemos dejar de hablar de la calidad del acabado que ofrece. Esto se debe, principalmente, a esa capacidad que tiene de mantener la forma sin que caigan gotas o se escurra. Siempre y cuando se sepa trabajar, ayuda a que el acabado final sea de una calidad excepcional.
Por último, no podemos olvidarnos de su durabilidad. Resiste muy bien a la compresión, lo que hace que dure muy bien a lo largo del tiempo. ¡Es muy resistente a las inclemencias meteorológicas! De ahí que se use para construir, para revestir paredes, reparar estructuras… ¡Y decenas de usos más!
Eso sí, es fundamental que se haga un buen uso del mortero tixotrópico, o dejárselo a manos expertas. Solo así se conseguirán siempre los mejores resultados.
Ejemplos de uso
Un ejemplo de mortero tixotrópico es el mortero autonivelante utilizado en la industria de la construcción. Este tipo de mortero tiene la propiedad de mantener una viscosidad alta cuando está en reposo, lo que evita que se escurra o se asiente de manera desigual, pero al aplicar fuerza o movimiento, como al ser extendido o nivelado, su viscosidad disminuye y se vuelve más fluido, permitiendo que se distribuya de manera uniforme sobre la superficie.
El mortero autonivelante tixotrópico es especialmente útil en proyectos de pavimentación, ya que se puede verter sobre el sustrato y se extiende fácilmente para nivelar la superficie. Gracias a su naturaleza tixotrópica, es capaz de llenar huecos y nivelar desniveles de manera eficiente, garantizando una superficie uniforme y lisa una vez que se seca y fragua.
Este tipo de mortero es ampliamente utilizado en la instalación de pisos en interiores, como suelos laminados, vinilos y cerámicos. También se emplea en la nivelación de superficies en proyectos de rehabilitación y remodelación, donde se requiere una capa uniforme y precisa para crear una base sólida antes de instalar el nuevo revestimiento. La propiedad tixotrópica del mortero autonivelante facilita enormemente el proceso de aplicación y nivelación, asegurando resultados de alta calidad en la construcción y renovación de espacios.