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Aluminosis. Qué es y por qué ocurre

restauración del suelo

La aluminosis, también conocida como la enfermedad del hormigón, es un problema que puede afectar a la estructura de todos esos edificios que han sido fabricados con este material. Si no sabes qué es, cómo detectarla o cómo librarte de ella, sigue leyendo porque nosotros te lo vamos a contar hoy todo.

Qué es la aluminosis

Como ya hemos señalado, la aluminosis es una patología del hormigón que guarda estrecha relación con una progresiva debilidad que este puede ir mostrando. Normalmente, aparece en las vigas, y lo que se puede apreciar es cómo la resistencia de este material va disminuyendo poco a poco. Por supuesto, esto puede ser peligroso si no se detecta y no se arregla a tiempo, especialmente si una de estas vigas acaba por fallar.

Se conoce también como hidratación tardía del cemento aluminoso, porque se suele dar en este tipo de cemento de forma concreta. Este se utilizaba en la construcción de forma muy habitual hace un tiempo, aunque poco a poco ha ido desapareciendo, puesto que ha dado más problemas que otros materiales. En realidad, este tipo de cemento recibe este nombre porque contiene una cantidad importante de aluminio.

La ventaja que hacía que se usase era que tardaba menos en fraguar, pero su debilitamiento ha hecho que se cambie por otros materiales.

Lo que sucede con la aluminosis es que este tipo de cemento se va descomponiendo poco a poco, debilitándose y creando poros en su estructura. Es por la alta concentración que tiene de aluminio, que hace que, en contacto con algunos agentes concretos, sus propiedades varían. Normalmente, pueden darse dos procesos diferentes:

  • Carbonatación: cuando se da una reacción entre el aluminio y el CO2, se pierde esa resistencia tan apreciada del hormigón.
  • Conversión: como hemos señalado, el hormigón puede comenzar a verse mucho más poroso. Esto hace también que su volumen se reduzca, y que sea mucho más vulnerable a la humedad exterior.

Si tenemos todo esto en cuenta, podemos entender hasta qué punto es importante detectar la aluminosis y paliarla en la medida de la posible. Porque, además, acaba por perder adherencia con el acero y, por tanto, con la estructura del edificio.

Síntomas y signos de la aluminosis: ¿Cómo identificarla?

Pero ¿en qué consiste esta patología y cómo podemos diagnosticarla? En primer lugar, debes tener en cuenta que solo aparece en construcciones realizadas con cemento aluminoso. Además, es mucho más habitual en zonas cercanas al mar, puesto que los ambientes salinos son un factor de riesgo. No solo eso, sino que la humedad de la zona, o el calor, también puede ser perjudicial.

Para detectarlo, es imprescindible que se realice una inspección técnica, puesto que así podrá ver si realmente hay posibilidades de que presente aluminosis. De forma visible, se pueden apreciar fisuras, manchas de un color ocre y un cambio de color en el cemento, que pasa a ser más pardo. Si se ve todo esto, es crucial contactar con expertos que sepan cómo solventar la situación, puesto que podría verse en peligro la estructura completa del edificio.

Las pruebas incluyen análisis químicos y físicos para detectar la presencia de aluminato cálcico hidratado, el componente clave en el desarrollo de la aluminosis.

También se puede apreciar una especie de desprendimiento de la capa más superficial del hormigón, así como una pérdida de la resistencia de este. De todo esto hablamos con más detalle a continuación:

Identificación de Signos de Aluminosis

Identificar tempranamente los signos de aluminosis es crucial para mitigar sus efectos en las estructuras afectadas. Algunos indicadores visibles incluyen:

  • Grietas en el Hormigón: La aparición de fisuras o grietas, especialmente en áreas sometidas a carga o tensión, puede indicar la presencia de aluminosis.
  • Deformaciones y Hinchazón: Cambios en la forma de elementos estructurales pueden ser un signo de la expansión del hormigón.
  • Desprendimientos y Deterioro Superficial: El descascarillado o desprendimiento del hormigón en superficies expuestas sugiere una degradación del material.

Causas y factores de riesgo de la aluminosis en la construcción

Como ya hemos explicado, solo sucede en edificios que hayan sido fabricados con cemento aluminoso. No siempre tiene por qué darse; lo habitual es que sea cuando el material era de baja calidad, o cuando la proporción de aluminio era demasiado alta. E incluso se puede deber a que se haya echado demasiado agua al hormigón durante la mezcla, puesto que este es un factor de riesgo.

Asimismo, influye muchísimo el clima exterior. El hecho de que el edificio se encuentre en una zona salina, muy húmeda o con temperaturas muy altas, puede hacer que este cemento aluminoso se degrade con mayor rapidez. Y a esto hay que sumarle que, en la mayoría de las ocasiones, estamos ante un diseño inadecuado de la estructura. Esto puede conllevar que el hormigón sufra más presión de la debida, así como una tensión innecesaria. La presencia continua de humedad acelera las reacciones químicas que comprometen la estructura del hormigón, haciendo que se expanda y pierda resistencia.

Todo esto hay que tenerlo en cuenta si se quiere usar cemento aluminoso, puesto que podría acabar por suponer un problema mucho mayor a largo plazo.

Impacto en la Estabilidad y Seguridad de Edificios

La aluminosis afecta significativamente la estabilidad y seguridad de los edificios. Esta condición debilita el hormigón, reduciendo su capacidad de soportar cargas y aumentando el riesgo de colapsos estructurales.

Los edificios con aluminosis presentan un peligro para sus ocupantes y requieren atención inmediata. Es crucial realizar evaluaciones estructurales periódicas en edificaciones sospechosas de tener aluminosis para garantizar la seguridad.

Tratamiento y prevención

Comencemos hablando de la prevención de esta patología, puesto que es clave. Es la única manera de evitar daños posteriores.

  1. En primer lugar, es vital usar cemento aluminoso de calidad. Eso hará que no aparezcan estas problemáticas.
  2. Además, es importante controlar la proporción de agua durante la mezcla, para que esta tampoco cause daños en el resultado final.
  3. Mantener un ambiente seco dentro y alrededor del edificio es crucial para prevenir la aluminosis. Esto incluye la impermeabilización adecuada de la estructura y la reparación de cualquier infiltración de agua.
  4. Junto a esto, es vital llevar a cabo un diseño estructural adecuado. Cómo no, se deben analizar cuáles van a ser las cargas a las que se verá sometido el hormigón.
  5. Por último, es importante realizar inspecciones periódicas para adelantarse a cualquier problema que pudiera aparecer.

En caso de que en un edificio ya se haya detectado aluminosis, la situación debe atacarse de raíz desde que se conoce. Se debe dejar el asunto en manos de expertos, que sepan cómo solventar esta patología, siempre y cuando el grado de daño sea asumible. Hay ocasiones en las que se puede arreglar con ciertas reparaciones locales, mientras que hay otras en las que es estrictamente necesario reemplazar la estructura al completo.

Vamos con algunos detalles importantes a tener en cuenta del tratamiento:

  • Reparación estructural: Si se detectan signos de aluminosis en un edificio, se debe realizar una evaluación estructural exhaustiva. Dependiendo de la gravedad del daño, pueden ser necesarias reparaciones estructurales para reforzar y restaurar la integridad del edificio.
  • Sustitución del hormigón afectado: En algunos casos, puede ser necesario reemplazar las secciones de hormigón que estén seriamente comprometidas por la aluminosis.
  • Control ambiental: Después de las reparaciones, es fundamental mantener un control ambiental adecuado para evitar la reaparición de la aluminosis. Esto implica mantener niveles de humedad adecuados y prevenir futuras filtraciones de agua.
  • Monitoreo continuo: Es importante seguir monitoreando la estructura a lo largo del tiempo para asegurarse de que no haya una recurrencia de la aluminosis.

Sea como sea, lo mejor es contar con un buen asesoramiento, y dejarse guiar siempre por los profesionales del sector. Aquí entramos nosotros, MRS Constructores. Contáctanos y trataremos de asesorarte con este y otros problemas relacionados.

💡 Otras enfermedades del hormigón

Bibliografía

Fernández, J. M. (2016). La aluminosis: diagnóstico y tratamiento. Editorial Aranzadi.
López, J. M. (2015). La aluminosis: prevención y rehabilitación. Editorial Comares.
Martínez, M. (2014). La aluminosis: una enfermedad olvidada. Editorial Booket.