En las últimas décadas, la arquitectura ha vivido un cambio significativo. Casi podríamos hablar de una transformación completa que busca adaptarse a todos esos desafíos medioambientales que estamos viviendo. Dentro de este contexto, ha nacido lo que se conoce como arquitectura regenerativa, que busca darle un enfoque diferente a la construcción. No solo minimizar el impacto negativo de las edificaciones sino, además, propone generar un impacto positivo. Este enfoque lo que busca es promover la biodiversidad, restaurar y revitalizar el ecosistema, y se posiciona como una alternativa visionaria en el mundo del diseño y de la construcción. ¡Sigue leyendo, porque te lo vamos a contar todo!
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¿Qué es la arquitectura regenerativa?
¿Qué es exactamente la arquitectura regenerativa?, te estarás planteando. Pues bien, es un enfoque holístico de diseño. Va mucho más allá de la sostenibilidad, y lo que busca es ser capaz de restaurar y regenerar los ecosistemas. A diferencia de otros modelos de construcción convencionales, que lo que buscan es reducir el daño ambiental, esta trata de adoptar un enfoque proactivo. Y, para ello, lo que trata es de crear edificios y entornos que trabajen en simbiosis con la naturaleza; de este modo, transforman esa mentalidad de “no voy a dañar” en otra mucho mejor de “voy a mejorar”. Es lo que se conoce también como arquitectura biofílica, que nos habla de esa capacidad del ser humano de transformar el mundo a la par que está en armonía con la naturaleza.
Este concepto parte de una premisa: las actividades humanas no siempre tienen que ser destructivas. Es más, todo lo contrario: con los métodos y tecnologías adecuados, se pueden convertir en fuerzas positivas que reparen todos los daños causados. En este sentido, hemos de hablar de lo que se conoce como resiliencia urbana, que es la capacidad que tiene una ciudad para recuperarse de esos daños a los que ha sido expuesta. Dentro del impacto ambiental, nos referimos a esa capacidad de eliminar la contaminación y favorecer un cuidado a largo plazo del medio ambiente.
Para que te resulte más sencillo de comprender, hablamos del diseño de edificios que generan más energía de la que consumen. Estos cuentan con naturaleza integrada, normalmente con zonas ajardinadas bastante grandes, y capturan carbono en lugar de emitirlo. Además, son muchos los que también ayudan filtrando agua para, posteriormente, devolverla limpia al entorno.
Principios fundamentales
La arquitectura regenerativa se basa en una serie de principios que son clave, y que guían en todo momento su diseño y su ejecución:
- Restauración ecológica. Como hemos señalado, los proyectos regenerativos se esfuerzan por restaurar el ecosistema. Para conseguirlo, suelen incluir una rehabilitación de suelos o incluso lo que se conoce como infraestructura verde, creando espacios de vegetación nativa.
- Enfoque holístico. No se considera solo el impacto de los edificios, sino también la influencia que este puede tener en la comunidad humana o en los sistemas sociales. Se busca, pues, promover la salud del ecosistema y también el bienestar social.
- Ciclo cerrado de recursos. En esta arquitectura, se prioriza la reutilización y el reciclaje de materiales. Así como, además, una gestión eficiente tanto de los recursos naturales como del agua y de la energía.
- Generación de recursos. Estos edificios están diseñados para aportar valor positivo, con lo cual suelen generar más energía de la que consumen, purificar el agua o capturar carbono.
- Conectar con la naturaleza. Gracias a lo que se conoce como naturaleza integrada, estos edificios buscan reconectar a las personas con el entorno natural. Para conseguirlo, se centran en crear espacios que fomenten la interacción con la flora y la fauna local.
- Diseño adaptativo. Los proyectos generativos son flexibles, y están diseñados para evolucionar mano a mano con el ecosistema que les rodea, adaptándose tanto a los cambios sociales como a los ambientales.
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Diferencias entre arquitectura regenerativa y arquitectura sostenible
Aunque la arquitectura regenerativa y la sostenible comparten el objetivo de reducir el impacto ambiental, lo cierto es que tanto sus enfoques como sus ambiciones son totalmente dispares. En primer lugar, la sostenible busca reducir los daños al medio ambiente, ayudándose del uso eficiente y de la minimización de emisiones. Pero la regenerativa da un paso más allá, y lo que intenta es conseguir tener un impacto positivo, restaurando ecosistemas y tratando de mejorar la biodiversidad. Además, esto guarda estrecha relación con la escala de intervención de cada una de ellas. Los proyectos sostenibles se suelen centrar en el rendimiento del edificio en sí, mientras que la regenerativa considera el entorno más amplio, incluyendo también todos los sistemas ecológicos y sociales que integra el edificio.
Más allá de lo que ya hemos señalado, también hay un cambio de enfoque en lo que a la temporalidad se refiere. La sostenibilidad busca mitigar problemas actuales y futuros, mientras que la regeneración es capaz de mirar hacia atrás. De este modo, lo que busca es reparar daños previos. Además, mira también hacia el futuro, buscando crear sistemas resilientes.
Por último, la arquitectura regenerativa pone un mayor énfasis en la conexión emocional y física de las personas con la naturaleza. Busca promover una relación mucho más armoniosa entre humanos y entorno.
Ejemplos destacados de arquitectura regenerativa
A continuación, ¡veamos algunos ejemplos de este tipo de arquitectura! Uno de los más famosos es el Bullit Center, de Seattle, que ha obtenido la certificación Living Building Challenge. Es decir, un programa que exige ciertos requisitos para garantizar que se genere energía renovable, que se purifique el agua e incluso que los materiales que se usen sean todos libres de tóxicos. Este edificio genera su propia energía con paneles solares, es capaz de recolectar agua de lluvia para uso interno y, además, usa sistemas avanzados de ventilación natural.
Un poco más cerca podemos hablar del proyecto Eden, en Reino Unido, específicamente en una antigua cantera de arcilla de Cornwall. Este consiguió transformar un terreno degradado en un espacio vibrante, lleno de vida y con biomas de flora de todo el mundo. Un espacio capaz de fomentar la educación ambiental de una forma increíble.
En Italia encontramos un complejo de edificios llamado Bosco Verticale, que fueron diseñados por el arquitecto Stefano Boeri. Este integra ni más ni menos que 20.000 plantas y alrededor de 800 árboles en su fachada, en su búsqueda de promover la biodiversidad. No solo ayuda a mejorar la calidad del aire, sino que es un hábitat perfecto para aves e insectos.