La arquitectura modular ha nacido como una solución moderna a una búsqueda de eficiencia constructiva, diseño flexible y, además, ahorro energético. Está basada en la prefabricación de módulos independientes que se crean en un espacio concreto y, posteriormente, se ensamblan en el destino de origen. Y está revolucionando por completo la forma en la que concebimos y construimos los espacios. Viviendas prefabricadas, oficinas, complejos comerciales… Este tipo de arquitectura ofrece una alternativa eficiente, que apuesta por la sostenibilidad. Y hoy vamos a explicar en qué consiste, además de algunos ejemplos que ya podemos ver en nuestro día a día.
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¿Qué es la arquitectura modular?
La arquitectura modular es un método de construcción que se ayuda de materiales modulares, o módulos prefabricados. Estos módulos, posteriormente, se ensamblan y crean estructuras completas. Son unidades tridimensionales que se fabrican siguiendo estrictos controles de calidad, teniendo en cuenta las medidas concretas, materiales… Y, cuando ya están completamente fabricados, se transportan a donde se van a ensamblar. De esta manera, se ahorra tanto tiempo como esfuerzo, además de dinero.
Cada uno de esos materiales modulares puede incluir techos, paredes, suelos, puertas, ventanas… E incluso sistemas eléctricos, dependiendo del diseño. Lo mejor de todo es que todos estos módulos se construyen con técnicas estandarizadas, y esto permite una gran precisión y reduce significativamente el desperdicio de materiales. De esta manera, estamos ante una técnica que trae consigo una mayor sostenibilidad y eficiencia constructiva.
Además, cabe reseñar que la arquitectura modular no se limita a estructuras pequeñas, ni mucho menos. Se pueden llegar a construir grandes complejos: hospitales, escuelas, comercios… Y eso es lo que nos demuestra también que estamos ante un diseño flexible, y una gran capacidad para adaptarse a diferentes escalas y usos.
Ventajas de las construcciones modulares
Este tipo de arquitectura trae consigo numerosas ventajas en comparación con otros métodos tradicionales, algo que la convierte en una opción muy atractiva para desarrolladores, arquitectos e incluso clientes. Algunas de las más interesantes son:
- Eficiencia en los tiempos: Se reduce notablemente el tiempo de construcción. Esto se debe a que los módulos se van fabricando a la par que se preparan los cimientos en el lugar, permitiendo que se acelere el proceso en sí. Con este enfoque, se minimizan las posibles interrupciones y se ahorra bastante tiempo.
- Sostenibilidad: Al tener un control mucho más preciso del uso de los materiales, se reduce el desperdicio. No solo eso, sino que muchos módulos se construyen con materiales o bien reciclados bien reciclables, e incluso con estructuras desmontables y reutilizables.
- Calidad y precisión: De nuevo, influye de forma positiva el control que tenemos a la hora de construir los módulos. Nos asegura una calidad en todos los componentes, algo difícil de igualar en otros entornos.
- Costes mucho más controlados: Al estandarizar los procesos y reducir el tiempo de construcción, también nos encontramos menos costos. Menos retrasos, menos sobrecostos… Y se puede ajustar mejor el presupuesto.
- Flexibilidad y personalización del diseño: Si bien es cierto que se basa en una estandarización, nos permite personalizar al máximo los diseños a nivel tanto funcional como estético.
Materiales y procesos utilizados en la arquitectura modular
En la arquitectura modular, es muy importante tanto la elección de los materiales como de los procesos que se usen. Porque así garantizamos la durabilidad, la eficiencia y la sostenibilidad de las construcciones. En el caso de los materiales, los más usados son:
- Acero: Es altamente resistente, y se suele usar sobre todo en estructuras que requieren una gran estabilidad. Edificios altos, instalaciones industriales…
- Madera: Es uno de los materiales más usados en construcciones residenciales, sobre todo por la estética que trae consigo.
- Hormigón: Sin duda, una de las mejores opciones para todo tipo de edificios que requieren un mayor aislamiento tanto térmico como acústico. Asimismo, es muy resistente tanto al fuego como al paso del tiempo, y las inclemencias meteorológicas.
- Materiales compuestos: Como paneles de metal y plástico. Estos son especialmente interesantes porque combinan ligereza, resistencia y, además, son buenos aislantes.
Junto a esto, hemos de hablar de los procesos de fabricación que se suelen llevar a cabo. En primer lugar, se debe realizar un diseño, que suele ser asistido por computadora (CAD), para así garantizar tanto la precisión como la optimización de los recursos. Posteriormente, en las fábricas se usa maquinaria compleja para cortar y ensamblar todos los componentes. Durante todo este proceso, se lleva a cabo un control de calidad muy riguroso.
Una vez preparado, los módulos se deben transportar al lugar de construcción en camiones especializados. El ensamblaje suele ser bastante rápido, aunque es necesario contar con equipos específicos, como grúas.
Comparativa: construcción modular vs construcción tradicional
Gracias a comparar la construcción modular con la tradicional, podemos ver las ventajas y limitaciones que tiene cada una de ellas. Os dejamos aquí una tabla para que podáis verlo de forma más precisa:
Característica | Construcción modular | Construcción tradicional |
---|---|---|
Tiempo de ejecución | Hasta un 50 % más rápido | El proceso es más largo debido a que la construcción conlleva una secuencia |
Sostenibilidad | Menor desperdicio de materiales | Mayor generación de residuos |
Coste | Más fácil de predecir y, normalmente, menor | Sujeto a posibles sobrecostes por retrasos o por ajustes de última hora |
Flexibilidad | Fácilmente adaptable | Difícil de modificar tras la construcción |
Resistencia a factores externos | Durante la construcción, estos no suponen un problema | Pueden conllevar retrasos |
Aunque la construcción tradicional continúa siendo la favorita en una gran cantidad de contextos, es innegable que la modular ha ido ganando terreno poco a poco gracias a ser una alternativa sostenible y eficiente.
Ejemplos de proyectos modulares innovadores
Ya hemos podido ver ejemplos fehacientes de que la arquitectura modular es capaz de cumplir con estándares de diseño y de innovación bastante altos. Como sucede, por ejemplo, con el proyecto Urban Rigger de Copenhague. Esta construcción son módulos flotantes que se han hecho con contenedores de carga reciclados, y se han aprovechado como viviendas para estudiantes. O la casa Gomos, en Portugal, que permite construir viviendas totalmente personalizadas en apenas unos días. Otro ejemplo relativamente reciente es el de los hospitales modulares de emergencia, que se usaron durante la pandemia de COVID-19. Si bien es cierto que no se cuidó su estética, fueron altamente funcionales y se pudieron ir adaptando a las necesidades del momento.
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