Qué es una Licitación Pública y cómo funciona

Qué es y cómo funciona una licitación

Una licitación pública es un proceso mediante el cual la Administración solicita, de forma abierta, propuestas de empresas que pudieran estar interesadas para dar unos servicios concretos. Estos servicios pueden ser variados, ya que van desde la adquisición de suministros o materiales hasta la ejecución de obras. Todo esto debe aparecer explicado de forma pormenorizada en la propia licitación, que se conoce también como concurso público.

Como sucede con todos los procesos públicos, hay uso requisitos legales que deben regir tanto la adjudicación como la posterior contratación. En el caso de nuestro país, este marco normativo se encuentra recogido en la Ley 9/2017, de 8 de noviembre, de Contratos del Sector Público. De esta forma, se garantiza la transparencia de todo el concurso, y se impide que haya prevaricación.

El proceso es más sencillo de lo que pudiera parecer en un primer momento. La Administración se encuentra ante una necesidad, y redacta una licitación donde aparecen todas las condiciones ante la contratación. Es ahí donde los interesados pueden ver cuáles son los requisitos y, en base a eso, enviar una propuesta. Cuando ya han recibido todas las propuestas, son los entes oficiales los que seleccionan aquella que encaja mejor con sus necesidades. Como hemos señalado, todo este proceso debe regirse por la transparencia.

Objetivos

El objetivo real de estos concursos públicos es permitir que el Estado pueda adquirir tanto los bienes que necesite como aquellos servicios que pueda requerir. Además, la idea es ofrecer a todos los autónomos y empresas la posibilidad de ser la entidad contratada. Siempre y cuando se cumplan todas las condiciones que se exijan, cualquier persona podrá ser la encargada de realizar la labor.

Tipos de licitaciones

Podemos hablar de diferentes tipos de licitaciones. Así, grosso modo, podemos hablar de dos:

• Las licitaciones públicas, en las que el organismo que contrata es el Estado. El objetivo de estas es ofrecer las mismas oportunidades a todas las empresas para que puedan acceder a este concurso, y es por eso por lo que se exige esa transparencia que hemos señalado.
• Las licitaciones privadas, que se hacen de forma exclusiva a ciertas empresas y no de manera pública. Estas solo se pueden realizar en caso de que haya una emergencia o una urgencia, que se necesite cierta confidencialidad o que una licitación pública no hubiera tenido ofertantes. Todo esto, por supuesto, debe justificarse.

Asimismo, debes saber que hay tres modalidades de licitaciones, según señala la Ley de Contratos del Sector Público de nuestro país.

1. En primer lugar, en función de su objetivo podríamos hablar de contratos típicos, contratos mixtos o contratos administrativos especiales. Pasamos a explicarlos de forma pormenorizada:
   • Contratos típicos: son los más habituales, que suelen ser de obras o de concesión de ciertos servicios, así como de suministro.
   • Contratos administrativos especiales: tienen un objetivo que no encaja con el de los contratos típicos. No obstante, cumplen con una necesidad de la Administración.
   • Contratos mixtos: estos responden a una mezcla de diferentes contratos.
     
2. Además, dependiendo del régimen jurídico de derecho comunitario en el que se encuentren, hablamos de diferentes submodalidades:
   • Aquellos que se encuentran sujetos a regulación armonizada, conocida como SARA. Estos son aquellos que se someten a la legislación europea.
   • Contratos que no se encuentran sujetos a esta regulación.
     
3. Por último, hay diferentes tipos que podemos diferenciar dependiendo de si entran dentro del régimen jurídico de derecho administrativo o de derecho privado. Los primeros serían los contratos administrativos, mientras que los segundos serían los privados.

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Ejemplo sencillo de licitación

Para hacértelo algo más fácil, te vamos a poner un ejemplo de una licitación de obras. Imagínate que el Ayuntamiento de Madrid quisiera renovar todo el alumbrado de la ciudad, y quisiera instalar tecnología LED para abaratar los costes. Esta licitación debería tener los siguientes datos para estar completa:

• El tipo de contrato, que en este caso sería de obras.
• La fecha en la que ha sido publicado.
• Qué tipo de documento es, aunque casi siempre hablaríamos de licitación. Cuando ya hubiera una empresa predestinada, hablaríamos de una adjudicación.
• Los códigos CPV.
• Cuál es el fin del plazo del concurso público.
• Si se divide o no en lotes.
• Cuál es la entidad que adjudica esta labor.
• El importe que se estima.

Cuando se adjudicase esta labor a una empresa concreta, debería hacerse también pública la decisión. De esta manera, se garantizaría la total transparencia del proceso. Pese a que es un tema que pudiera parecer complejo, ¡es más sencillo en cuanto se comprenden todos los conceptos!

Conclusiones

Las licitaciones públicas desempeñan un papel crucial en la adquisición de bienes y servicios por parte del sector público. Al fomentar la competencia, la transparencia y la eficiencia, este proceso garantiza que los recursos públicos se utilicen de manera óptima y que se seleccione la mejor oferta disponible. Con un marco legal sólido y requisitos específicos, las licitaciones públicas se erigen como un pilar fundamental en la gestión de contratos del sector público.

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Bibliografía

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Martínez García, J. L. (2015). Manual de Licitación Pública. Ediciones Díaz de Santos.

Casado Ollero, P. (2012). La Licitación Pública: Normativa y Procedimientos. Editorial Reus.

Calvo Lázaro, A., & Carrillo Hidalgo, S. (2010). Licitación Pública y Contratación Administrativa. Editorial Universitaria Ramón Areces.

Del Castillo García, R., & Sánchez Domínguez, J. (2018). Licitación Pública Electrónica: Procedimientos, Técnicas y Prácticas. Editorial Bosch.