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Qué es un Aparejador. Definición y Funciones

Ampliación de cámara frigorífica en nave industrial
¿Has oído alguna vez el término aparejador? Dentro de la rama de la arquitectura y la edificación, es una figura totalmente imprescindible. Pese a ser una profesión que pasa algo más desapercibida, se encarga de una parte fundamental de todos los proyectos que se realizan en la arquitectura. Sigue leyendo, porque te vamos a contar todo lo que necesitas saber sobre los aparejadores. ¡E incluso qué debes estudiar si quieres ser uno de ellos!

¿Qué es un aparejador?

Comencemos por el principio: un aparejador es una persona profesional que trabaja dentro de la construcción. Sus competencias se basan en la gestión técnica y administrativa de las obras, así que su figura es totalmente clave en la ejecución de cualquier proyecto. No siempre se le denomina aparejador, sino que también se le conoce como técnico de la edificación, técnico de obras o incluso técnico de construcción. Pero, al fin y al cabo, sus funciones son siempre las mismas.

Su trabajo es totalmente indispensable en cualquier obra, puesto que se encarga de planificarlo todo, coordinarlo y, además, supervisar que se haga como realmente debe hacerse. Y no solo en el apartado técnico, sino también cumpliendo los requisitos legales. Junto a esto, es el encargado de verificar que los materiales de la construcción son de la calidad pertinente.

Funciones

Pese a que ya las hemos visto un poco por encima, vamos a hablar ahora de las atribuciones de un aparejador en una obra:

  1. En primer lugar, se encarga de la planificación. Esto requiere que analice y deje por escrito el presupuesto, los plazos con los que se trabaja y, además, planifique el trabajo para que todo esto se cumpla. Es más, si hay empresas subcontratadas, debe ser el que trate con ellas.
  2. Tras esto, debe supervisar en todo momento la obra. Su labor es garantizar que se cumpla tanto la normativa legal como la técnica, y asegurarse de que los materiales que se usan son los adecuados. No solo por ser los más útiles en cada contexto, sino también por ser de una calidad adecuada.
  3. Como hemos señalado, se debe encargar de coordinar los diferentes equipos, tanto internos como externos. Ingenieros, arquitectos, albañiles… Todos deben trabajar en armonía para que los resultados sean buenos, y la labor del aparejador es vital en este sentido.
  4. Por si todo esto no fuera suficiente, también debe tener en cuenta que tiene que realizar controles de los costes. Al haber establecido un presupuesto, debe garantizar que este se cumpla y que no haya un exceso de gasto por parte del resto de trabajadores.
  5. Por último, es su labor controlar tanto la calidad de la obra resultante como de la seguridad de todos los trabajadores.

Junto a esto, hay otras funciones que también puede realizar: gestionar planes de seguridad, resolver problemas que surjan en la obra, realizar certificados para la expedición de licencias, hacer tasaciones… Como habrás podido ver, ¡es un trabajo muy completo y complejo! Y requiere de unos estudios concretos, que vamos a ver a continuación.

Requisitos para convertirse en un aparejador

Para llegar a ser aparejador, es necesario llevar a cabo unos estudios concretos. En España, es necesario llevar a cabo un Grado Universitario que se conoce como Arquitectura Técnica o Ingeniería de la Edificación. Tras esto, es interesante contar con estudios superiores para especializarse en un área concreta, y así continuar ampliando horizontes.

Estos estudios requieren un esfuerzo y un trabajo constante, así como entender bien materias como matemáticas o dibujo técnico. Además, es imprescindible tener conocimientos de economía. No solo a eso, sino que, posteriormente, cuando se realice el trabajo, será importante saber coordinar, gestionar y liderar equipos. ¡Y solventar los problemas que vayan surgiendo!

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Diferencia entre aparejador y arquitecto

En muchas ocasiones, hay quien confunde las labores del arquitecto con las del aparejador. Y, además de las diferencias en cuanto a estudios, el trabajo no es exactamente el mismo tampoco.

Lo primero que debes saber es que los arquitectos se dedican al diseño y la planificación de cualquier tipo de estructura. Por otro lado, el aparejador se enfoca más en la gestión tanto técnica como administrativa de las obras. Es decir, que sus conocimientos no son los mismos. A esto hay que añadir que tampoco las responsabilidades son las mismas, puesto que es el arquitecto el que habla directamente con el cliente.

Si bien es cierto que estas profesiones comparten la misma rama de conocimiento, las diferencias entre ambas están marcadas por la Ley 38/1999 de Ordenación de la Edificación. Es en esta donde se estipulan cuáles son las atribuciones de cada uno de ellos, y se pueden ver claras estas diferencias. Pero, por hacerlo aún más sencillo: el arquitecto crea el edificio, lo inventa; el aparejador es el que, posteriormente, se encarga de convertirlo en una realidad.

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