logo

BLOG

Normativa para Construir una Piscina Privada

piscina privada en un chalet

¿Estás planteándote construir una piscina privada en tu hogar? Este tipo de obra es una inversión tanto a corto como a largo plazo, y que aumenta siempre el valor de la vivienda. Mas es cierto que hay que tener cierta información de forma previa, puesto que hay una normativa que cumplir, así como ciertos trámites administrativos. En España, además, el reglamento concreto cambia en función tanto del municipio como de la comunidad autónoma, con lo cual siempre os recomendaremos proceder a la ejecución de la obra con un especialista. Pese a todo, hoy te vamos a hablar de cuáles son los requisitos generales que hay que tener en cuenta. ¡Sigue leyendo! 

Qué se entiende por piscina privada 

Cuando hablamos de piscinas privadas, estamos refiriéndonos concretamente a esas que se encuentran ubicadas dentro de una propiedad de uso residencial particular. Es decir, que no están destinadas a que se haga un uso colectivo, como sí que sucedería con las piscinas comunitarias o las públicas. Normalmente, suelen estar en espacios interiores: jardines, patios traseros… Y, además, su acceso se encuentra restringido para que solo puedan acceder los propietarios. 

A nivel de reglamento, es importante tener en cuenta el concepto de piscina privada. Porque las exigencias que hay a la hora tanto de su construcción como de su mantenimiento son menos estrictas que las que encontraríamos con piscinas públicas, por ejemplo. Eso no quiere decir que no haya normativa, sino que hay menos reglas al respecto. Además, será obligación del propietario cumplir con todos los requisitos que pudiera haber. 

Tipos de piscinas privadas 

Hay diferentes tipos de piscinas privadas; su clasificación se suele realizar en función de criterios dispares, como el material de construcción, el método de instalación, su permanencia… Además, es importante distinguirlas, puesto que cada tipo de piscina puede estar sujeto a requisitos distintos. 

  1. Piscinas de obra: son las más tradicionales y, además, las más duraderas. Se construyen en el mismo espacio en el que van a estar ubicadas, normalmente con materiales como hormigón. La ventaja de esto es que se puede personalizar por completo el tamaño y la forma, además de la profundidad que se desea. Sí es cierto que es imprescindible hacerse con una licencia de obra mayor, puesto que es un trabajo de gran magnitud, con excavaciones profundas.
  2. Piscinas prefabricadas: son una alternativa mucho más económica y, además, rápida. Suelen estar fabricadas con materiales como fibra de vidrio o poliéster, y cuando llegan al espacio al que se van a ubicar, ya están totalmente construidas y solo hay que instalarlas. Pueden requerir de cierta excavación, pero el proceso es más sencillo.
  3. Piscinas desmontables: son las más económicas, puesto que se instalan sobre la superficie del terreno. Suelen estar fabricadas de materiales como PVC o madera. La principal desventaja que tienen es que son mucho menos duraderas, independientemente de la calidad que tengan. 

Trámites previos con el ayuntamiento 

Antes de dar comienzo a cualquier trabajo de construcción, siempre hay que llevar a cabo una serie de trámites administrativos con el ayuntamiento. De esta manera, nos aseguraremos de que la obra es totalmente legal y cumple con el Plan General de Ordenación Urbana.  

Lo primero que se debe hacer es consultar este PGOU, puesto que es el reglamento que nos explica cómo se regula el uso del suelo en cada municipio. Es ahí donde se establece si el terreno donde queremos construir la piscina lo permite o no. Además, es importante verificar que la parcela cuenta con las dimensiones adecuadas y que cumple con todos los criterios. 

Tras esto, siempre que se quiera hacer una piscina de construcción, se deberá solicitar una licencia de obra. Este es un trámite que se realiza directamente en el ayuntamiento, y que siempre requiere que se presente un proyecto de construcción. Es decir, que es imprescindible haber contado ya con un arquitecto o con un técnico. 

Una vez validada la licencia de obra, se procederá al pago de las tasas municipales, cuyo coste puede variar en función del municipio, así como del tipo de obra que se vaya a realizar. Además, puede estar relacionado con el presupuesto total de ejecución del proyecto. Por último, se deberá comunicar formalmente que se va a dar comienzo a la obra. 

Diferencias entre piscina con licencia de obra mayor y menor 

Uno de los aspectos más importantes a la hora de construir una piscina es verificar si se necesita una licencia de obra mayor o una de obra menor. Porque esta diferencia hará que cambie el proyecto por completo.  

  • Licencia de obra mayor: es necesaria para todos esos proyectos que implican un impacto considerable en el terreno o en la estructura de la vivienda. Por ejemplo, todas las piscinas de obra que requieren excavaciones profundas, o que se instalen sistemas de fontanería o depuración, así como construcción de muros y bordes.
  • Licencia de obra menor: son proyectos que tienen menor envergadura, como la instalación de piscinas prefabricadas o desmontables. El proceso es ágil, mucho más económico, pero implica siempre cumplir con ciertos requisitos. Debes saber que no todas las piscinas desmontables requieren licencia, aunque lo mejor es tenerlo en cuenta para evitar sanciones a posteriori. 

Cumplimiento del CTE 

El Código Técnico de la Edificación, conocido como CTE, es un marco normativo que reúne todos los requisitos que deben cumplir las construcciones en nuestro país. Cómo no, también habla de las piscinas privadas. Si bien es cierto que su aplicación no es tan estricta como sucede con otras edificaciones, hay ciertos aspectos clave que sí o sí se deben tener en cuenta: 

  1. La seguridad estructural de la piscina: durante la construcción, se ha de asegurar que aquellas personas que la usen no sufrirán ningún daño. Eso implica que la estructura debe ser siempre lo suficientemente resistente como para soportar el peso del agua, así como las tensiones generadas por el uso.
  2. Seguridad de uso y accesibilidad: además, el CTE exige que las piscinas cuenten con todas las medidas de seguridad posibles para prevenir accidentes. Por ejemplo: vallas de seguridad, sistemas de control de acceso, cubiertas automáticas… Además, pretenden asegurar siempre la accesibilidad a la piscina mediante escaleras, bordes y suelos que cumplan ciertos requisitos de diseño.
  3. Ahorro de energía y sostenibilidad: no es obligatorio, pero desde el CTE se promueve el uso de tecnologías que permitan cierto ahorro de energía. Como, por ejemplo, el uso de bombas de calor eficientes o cubiertas térmicas para calentar el agua.