En la arquitectura contemporánea, el desarrollo y la construcción de edificios ha sufrido una evolución constante. La forma y la funcionalidad se han ido entrelazando, buscando así crear estructuras que vayan más allá de cumplir con su propósito práctico. De esta forma, los edificios circulares han ido ganando cada vez más y más popularidad; no solo por su estética, tan característica, sino también por la increíble cantidad de ventajas que estos traen consigo. Hoy vamos a hablar de estos edificios, y de cómo consiguen integrarse de una forma mucho más armoniosa en el entorno. Sigue leyendo, ¡porque te va a sorprender!
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Qué es un edificio circular
Un edificio circular es una estructura arquitectónica que deja atrás las formas cuadradas o rectangulares para adoptar una forma circular, o incluso cilíndrica. Estos edificios se caracterizan por tener una simetría radial; es decir, todas las partes del edificio se distribuyen de manera uniforme alrededor de un eje central. Normalmente, se suele aprovechar ese eje para crear una zona de uso común, como un jardín o una piscina. No hablamos de una disposición que únicamente sea atractiva, sino que también ofrece una gran cantidad de ventajas tanto funcionales como estructurales. Y, además, aporta mayor bienestar a aquellos que viven en el edificio.
Pese a que la arquitectura moderna haya retomado esta forma de construcción, esta viene de antaño. Ya se usaba en estructuras icónicas, como el Panteón romano. La diferencia es que ahora se han reinterpretado, y se han aprovechado tanto las nuevas tecnologías como los nuevos materiales. Así, lo que se consigue es crear diseños basados en una metodología mucho más sostenible, y dar con edificios más eficientes.
Características
Hay ciertas características distintivas que hacen que este tipo de edificios se diferencie notablemente de todos los demás. Las más relevantes son:
- Simetría radial: todos los elementos arquitectónicos se distribuyen de forma uniforme alrededor de un eje central. Esta es una de las características más notables de este tipo de edificios y, además, una de las que se ve a simple vista. Esto ayuda a la estética del edificio, pero, además, también se optimiza bastante el uso del espacio interior.
- Mayor exposición a la luz natural: gracias a la forma que tienen, permiten que haya una mejor distribución de la luz natural durante todo el día. Esto se debe a que puede ingresar desde distintos ángulos a lo largo de todas las horas del día. Y eso no solo aporta bienestar, sino que también reduce la necesidad de luz artificial y mejora la eficiencia energética.
- Mejor flujo de aire: la forma circular ayuda también a que haya un flujo de aire mucho más uniforme dentro de todo el edificio. Esto, además, mejora la ventilación natural. Pero, además, reduce notablemente los vientos laterales, gracias a la forma de la estructura.
- Mayor eficiencia en el uso del espacio: el espacio interior se aprovecha mucho más, puesto que no hay esquinas y, por lo tanto, se eliminan áreas muertas.
Y, más allá de todo lo que ya hemos señalado, también es innegable que tienen una forma única y que hace que encaje mucho mejor con el entorno. Esto los convierte siempre en puntos de referencia en las ciudades en las que se encuentran.
Ventajas
Como habrás podido entrever hasta el momento, son bastantes los beneficios que este tipo de estructuras trae consigo. No solo a nivel funcional, sino también estético y medioambiental.
Una de las principales ventajas es la eficiencia energética. Porque, como mencionamos antes, estos edificios cuentan con una capacidad de maximizar la entrada tanto de luz natural como de flujo de aire. De este modo, se reducen notablemente los costes asociados tanto al consumo de energía como al de climatización.
Esto también hace que sean edificios mucho más sostenibles. Además, se suelen usar materiales de menor Impacto ambiental, así como tecnologías mucho más ecológicas. No es raro ver que en este tipo de edificios hay paneles solares, por ejemplo, o sistemas de recolección de agua de lluvia.
A esto hay que añadirle que la forma circular ayuda a distribuir las fuerzas externas, como pudiera ser la presión del viento o el peso en sí de la estructura. De esta manera, estamos ante un edificio con mayor resistencia estructural.
Junto a esto, es interesante mencionar que, en áreas que están muy pobladas, este tipo de edificios ayudan a que se pueda aprovechar mejor el espacio. Su diseño es compacto, pero ofrece un apartado interior donde se puede disfrutar de jardines o zonas comunes.
En el caso de edificios enfocados o bien al uso comercial o bien al institucional, otra de las grandes ventajas de este tipo de construcciones es que fomenta la interacción entre personas. Se ha demostrado que, a nivel psicológico, el hecho de eliminar barreras visuales hace que se facilite la comunicación.
Ejemplos de edificios circulares
Son muchos los edificios circulares que se pueden encontrar ahora mismo, tanto como parte de la arquitectura moderna como pertenecientes a otras épocas. Un ejemplo de esto es el Panteón de Roma, que se construyó en el siglo II d.C, y es un claro ejemplo de que ya se conocían los beneficios de esta construcción. Su cúpula, que aún hoy en día es la más grande hecha con hormigón no reforzado, es un brillante ejemplo de la ingeniería que tenían en la época.
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Mucho más reciente es la sede de Apple en Cupertino, conocida como Apple Park. Tiene una forma de anillo, y es el ejemplo perfecto de cómo estos edificios circulares son ideales para entornos corporativos. Su diseño está enfocado para promover la colaboración entre empleados, y se integra a la perfección en el entorno natural que la rodea.
Por último, también es importante mencionar la Arena O2, en Londres. Esta estructura se ha convertido en uno de los centros de entretenimiento más impresionantes del mundo moderno. Gracias a su diseño, se pueden organizar eventos masivos, distribuyendo siempre de forma uniforme todo el público. Además, su rendimiento a nivel acústico es excepcional.
Aplicaciones prácticas
Este tipo de edificios no son solo una curiosidad a nivel arquitectónico, sino que tienen un diseño que ofrece una gran cantidad de aplicaciones prácticas. Por ejemplo, en el ámbito comercial, el hecho de que tengan una disposición abierta puede ser ideal para llegar a más gente. En el caso de las oficinas, se fomenta bastante el trabajo en equipo, la colaboración e incluso la innovación.
En cuanto al sector residencial, son una solución muy atractiva cuando se busca crear un proyecto de viviendas colectivas (e incluso individuales) y maximizar el uso del terreno. Por supuesto, también cuando lo que se planea es reducir al máximo el impacto ambiental.
En conclusión, los edificios circulares son una auténtica evolución en lo que a diseño y funcionalidad se refiere. Y seguramente continuemos viéndolos durante mucho más tiempo en nuestra arquitectura moderna.